Atenuadores de impacto y terminales, esos grandes desconocidos

Los sistemas de contención de carreteras comprenden un amplio abanico de soluciones. Comúnmente, se asocia este concepto a barreras de seguridad o pretiles que se disponen a lo largo de infinidad de kilómetros de vías, vinculando el concepto de Seguridad Vial exclusivamente a este tipo de sistemas. Sin embargo, existen otras soluciones destinadas a problemas concretos de seguridad vial que se dan de forma sistemática en el trazado de las vías. Estos otros sistemas no se prescriben con el mismo detalle que las barreras o pretiles y, sin embargo, muchos de los siniestros viales más graves se dan en zonas donde hubiese sido posible disponer un Atenuador de impactos o un Terminal de barrera. Este articulo aborda la necesidad de establecer criterios de diseño que faciliten el trabajo a proyectistas, administraciones y empresas del sector para dar soluciones que mejoren la seguridad vial de nuestras carreteras.

 

Introducción

Los sistemas de contención de vehículos (SCV) son equipamientos viarios con una función clave en el ámbito de la seguridad vial de nuestras carreteras. Estos sistemas han evolucionado desde el siglo XVIII, donde se encuentra la parte 1 de un tratado legal y político de caminos públicos en el que se mencionan los guarda- rruedas, hasta el día de hoy en el que existen distintos estándares europeos y americanos que tienen como objeto establecer los requisitos de evaluación de estos sistemas para que sean lo más seguros posibles.

Dentro del paraguas de los SCV se pueden englobar los siguientes tipos:

  • Barreras de seguridad, bien sean de tipo flexible o rígida destinadas a ser emplazadas en los márgenes de la calzada.
  • Pretiles destinados a ser instalados tanto en las aproximaciones como en las propias estructuras que engloban la red de carreteras.
  • Atenuadores o amortiguadores de impacto, destinados a ser emplazados frente a un posible obstáculo.
  • Terminales de barreras de seguridad, cuya función es finalizar adecuadamente una barrera o pretil.
  • Tramos de barreras, que tienen el mismo fin que una barrera o pretil, pero que mediante uniones especialmente tratadas permiten aberturas para facilitar el tránsito a través de ellas.
  • Transiciones entre SCV, que mediante piezas especiales o no, materializan la unión entre barreras y/o pretiles con una longitud determinada y para un nivel de contención concreto, asegurando transición de rigideces adecuada entre diferentes sistemas de contención de vehículos.
  • Sistemas de protección de motoristas, como parte accesoria que se adosa a una barrera o pretil, garantizando una adecuada protección del motorista.

El hecho de que existan distintos tipos de SCV con finalidades con- cretas, no implica que el empleo o demanda de los mismos en los distintos puntos de la red de carreteras se dé de forma semejante, o eso es lo que al menos sucede en la Red de Carreteras del Estado.

Este hecho puede ser explicado por dos causas, la primera consiste en que en las distintas normativas o regulaciones de las administra- ciones existe una diferenciación en el tratamiento de los distintos SCV, lo cual se puede contrastar tanto en el Pliego de Carreteras PG-3(I), donde directamente en el título del artículo 704 exclusiva- mente se habla de barreras de seguridad, pretiles y sistemas para protección de motociclista, dejando el resto de sistemas definidos como “Otros sistemas de contención” en el artículo 704.3.3., o bien en la propia OC 35/2014 Sobre Criterios De Aplicación De Sistemas De Contención De Vehículos(II), donde los únicos criterios que existen para el empleo de estos sistemas son para barreras de seguridad y para pretiles, habiendo comentarios puntuales o artículos breves para el resto de sistemas.

La otra causa por la que existe este tipo de diferenciación se debe probablemente al distinto tratamiento que se le da a estos sistemas en los propios estándares europeos que los regulan. Estos estánda- res o normas definen una serie de criterios con los que evaluar estos productos, sin embargo, no todas estas normas se encuentran armonizadas, siendo este un requisito indispensable para acreditar cualquier sistema de contención de vehículos mediante un marcado CE. Por tanto, se puede decir que existen dos tipos de SCV, por un lado, los que tienen marcado CE y por otro los que no tienen la posibilidad de acreditarlo aun habiendo sido evaluados bajo el amparo de esta normativa.

Las barreras de seguridad, incluyendo los pretiles, son evaluados de acuerdo a la norma UNE-EN 1317-2:2011(III) y los atenuadores de impacto de acuerdo a la UNE-EN 1317-3:2011(IV), ambas normas están armonizadas por la UNE-EN 1317-5:2008+A2:2012(V), y por lo tanto tras superar los requisitos de producto, estos pueden tener marcado CE. Sin embargo, los terminales y transiciones son evaluados por la UNE-ENV 1317-4:2002(VI), o el sistema de protección de motoristas por la UNE 135900:2017(VII), no pudiendo obtener el marcado CE al no estar armonizadas las normas con las que se les evalúa el comportamiento. Esta desigualdad implica una prescripción mucho más elevada de sistemas con marcado CE respecto a los que no lo tienen, aun habiendo sido evaluados bajo estándares análogos.

 

 

La casuística expuesta se observa de forma clara analizando el nivel de desarrollo de los distintos sistemas existentes por parte de las propias empresas especializadas. Se observa que las barreras de seguridad y los pretiles tienen una alta dominancia respecto a otros.

Un ejemplo claro de productos que cumplen con toda o parcial- mente la casuística anteriormente descrita son los atenuadores de impacto y los terminales. Estos dos SCV suelen incluso confundirse por lo semejantes que son, tanto físicamente, como a nivel de comportamiento frente al impacto de los vehículos.

En el caso de los atenuadores, sí que se puede acreditar el producto mediante marcado CE, sin embargo, se tiene de forma notable una falta de prescripción y criterios de instalación en las distintas regulaciones establecidas por los administradores de las vías. Por otro lado, en el caso de los terminales se cumple la casuística íntegramente ya que no tienen marcado CE y de nuevo existe una falta de prescripción y criterios.

Vista la diferenciación existente entre distintos tipos de SCV cabe preguntarse si la falta de normalización, sumada a la falta de empuje por parte de las administraciones locales están justificadas, pues podría pensarse que este tipo de sistemas no son tan cruciales en el ámbito de la seguridad vial como lo son otros y por lo tanto esta situación de algún modo sería razonable, provocando que las empresas especializadas en SCV no inviertan más de lo debido en desarrollarlos.

No es difícil encontrar ejemplos de obras de reciente ejecución o posteriores a los criterios de instalación de SCV vigentes en los que la presencia de un terminal de barrera o un atenuador está justificada y sin embargo no se dispone ninguno de estos elementos.

En la Foto 1, se puede ver que en los ramales de salida de la glorieta en altura se dispone pretil por el riesgo de caída, y lo mismo sucede en el borde lateral de las dos obras de paso que completan la glorieta. Esta situación provoca que exista una confluencia de dos alineaciones de pretil en un punto, siendo este un emplazamiento susceptible de recibir un impacto frontal, pues está justo en el inicio de un ramal de salida de una glorieta.

Los pretiles se evalúan de acuerdo a la UNE-EN 1317-2:2011 (III), donde se especifica que el punto de impacto en los ensayos se da a 1/3 de la longitud dispuesta, por lo que el extremo final de una barrera o pretil no está evaluado frente a un impacto frontal. El escenario que se termina de describir es un ejemplo de necesidad de empleo de un atenuador que cubre el impacto frente a esta zona de alto riesgo.

Otro ejemplo de necesidad de instalación de atenuadores de impacto o terminales de barreras de seguridad sería el que se puede apreciar en la Foto 2.

 

 

Este artículo se centra en los criterios que se establecen en la OC 35/2014 en cuanto al empleo de los Terminales de barrera o Atenuadores de impacto, y el primer punto a destacar es que existe una clara diferencia con el tratamiento que reciben las barreras o los pretiles.

Un ejemplo muy habitual donde se requiere el empleo de terminales de barreras de seguridad o atenuadores de impacto son las “Narices” en salidas asociadas a una divergencia o bifurcación donde no se pueden respetar los criterios de instalación de barreras o pretiles en los márgenes tal y como se especifica en el artículo 6.7.3. de la OC 35/2014 (II).

Características y funcionamiento de los Terminales de barreras y los Atenuadores de impacto

Es habitual que los Terminales de barreras y los Atenuadores de impacto se traten de forma conjunta en las distintas guías o recomendaciones que existen en las distintas administraciones de carreteras, así sucede por ejemplo en la OC 35/2014(II) donde se habla de los dos sistemas en el artículo 9, o en el Manual for Assessing Safety Hardware de la ASSTHO(VIII) en el artículo 2.2.2.

El hecho de que   estos dos sistemas se traten de forma conjunta, se debe básicamente a que el funcionamiento de los mismos es muy similar, de hecho, el Atenuador de impactos, evita la colisión contra un obstáculo, y el Terminal de barrera lo evita contra el inicio de una barrera o pretil, por lo que, si se considera este inicio de barrera o pretil como un obstáculo, los dos sistemas están haciendo la misma función.

A pesar de lo similares que son, existe una diferencia fundamental entre los dos sistemas y esta consiste en la unión que existe entre el Terminal y la barrera o pretil que finaliza, ya que, a diferencia de este último, el Atenuador trabaja de forma independiente y por lo tanto no se evalúa qué sucede si se da un impacto lateral por salida de calzada en el hueco existente entre el obstáculo y el propio Atenuador.

Actualmente la normativa que establece los ensayos para evaluar el comportamiento de un Terminal de barrera es la UNE-ENV 1317-4:2002 (VI) y en la siguiente Figura 2 se pueden ver todos los tipos de ensayos asociados a cada una de las categorías de comportamiento que se han tipificado para evaluar el comportamiento de los Terminales, siendo de especial interés las 4 trayectorias de aproximación. Se puede ver que existen 2 frontales (centrada en el sistema y decalada una distancia) y otras dos laterales en distinto sentido de aproximación y ángulo de incidencia.

 

Por otro lado, desde hace tiempo, se está trabajando en una evolución de la normativa UNE-ENV 1317-4:2002 (VI) y recientemente ha sido aprobada en el seno del TC226 (IX), 3 documentos que sustituirán a la citada norma, siendo la FprCEN/TS 1317-7 (X) la que establece los nuevos criterios de evaluación de estos sistemas. En la siguiente Figura 3 se especifican de nuevo la actualización de ensayos que hay que realizar para obtener las nuevas categorías de comportamiento, en las que se incluyen las de la norma anterior, así como las trayectorias de aproximación, siendo en este caso hasta 6 trayectorias, añadiendo una frontal más pero con un cierto grado de inclinación, así como una trayectoria 6 en la que se evalúa la conexión entre el Terminal y la propia barrera que finaliza.

 

La normativa que establece los métodos de evaluación de los Atenuadores de impacto es la UNE-EN 1317-3:2011 (IV). En ella, al igual que sucede con los Terminales de barrera, se especifican los tipos de ensayos para obtener cada una de las categorías que se pueden ver en la siguiente Figura 4.

En la relación de ensayos anterior se puede ver que en el caso de los Atenuadores se establecen 5 trayectorias de aproximación. Se puede ver que, con la excepción de la trayectoria 4, la cual tiene el punto de impacto a L/3 en el caso de los Atenuadores y a 2/3L en el caso de los Terminales, las otras 4 trayectorias son ensayos idénticos a los que se realizan para evaluar los Terminales, quedando la trayectoria 6 de los Terminales como exclusiva de estos sistemas, lo cual es lógico ya que el Atenuador por definición no va conectado a nada.

Si se observan las clases de Atenuadores existentes de acuerdo a la UNE-EN 1317-3:2011 (IV), se puede ver en la Figura 5 que hasta los nombres son similares a los de las tablas que aparecen en la Figura 4.

Estas similitudes en el ámbito de empleo de los dos sistemas, así como el hecho de compartir incluso ensayos de caracterización, hace que en la práctica se confunda el empleo de los mismos. Este hecho es recurrente en la OC 35/2014 (II) donde existen varios artículos donde se propone el empleo de uno u otro sistema para una misma casuística.

Cabe destacar que los Terminales de barrera y los Atenuadores se clasifican como cualquier sistema de contención de vehículos por lo que, además de las categorías que se han mostrado en este artículo, existen toda una serie de clasificaciones asociadas al comportamiento de estos sistemas en los ensayos, como son:

  • Parámetros relativos a la deformación de los sistemas tras el ensayo:

Terminales de acuerdo a la UNE-ENV 1317-4:2002 (VI).

  • Severidad del Tabla 5 de la norma
  • Zona de desplazamiento lateral Tabla 6 de la norma.
  • Ubicación del vehículo en el recinto de salida. Tabla 8 de la

Terminales de acuerdo a la FprCEN/TS 1317-7 (X).

  • Severidad del Tabla 11 de la norma
  • Zona de desplazamiento lateral Tabla 12 de la norma.
  • Ubicación del vehículo en el recinto de Tabla 13 de la norma.

Otra característica de este tipo de sistemas es el concepto de familia. En las normativas que regulan estos sistemas aparecen una serie de tablas llamas matrices reducidas de ensayos, en las que se establece qué ensayos se deben de hacer para obtener un Terminal o Atenuador con por ejemplo un ancho diferente, o un ángulo de inclinación distinto, a partir de un sistema ya ensayado.

Estas matrices reducidas de ensayos permiten obtener una gama amplia de Terminales o Atenuadores sin tener que hacer un número excesivo de ensayos, siempre y cuando los productos que componen la familia compartan piezas, uniones, materiales y espesores.

Criterios de instalación de los Terminales de barreras y de los Atenuadores de impacto

En los apartados anteriores se ha hablado mucho sobre las normas que establecen los requisitos que debe de superar un Terminal de Barrera o Atenuador de impacto para ser validado en forma de ensayos a escala real, bien tenga marca- do CE o no. Sin embargo, las regulaciones que permiten prescribir este tipo de SCV son las que establecen cada una de las administraciones locales que tiene competencia en materia de carreteras. Un ejemplo sería la OC 35/2014 (II), en el caso de la Red de Carreteras del Estado, Dispositifs de retenue routiers marqués CE surouvrages d'art (XI) del CEREMA en el caso de la administración francesa, o la Roadside Design Guide 4th Edition de la ASSTHO (XII) en el de la americana.

Este artículo se centra en los criterios que se establecen en la OC 35/2014 (II) en cuanto al empleo de los Terminales de Barrera o Atenuadores de impacto, y el primer punto a destacar es que existe una clara diferencia con el tratamiento que reciben las barreras o los pretiles.

En el caso de barreras o pretiles, la metodología que se sigue para establecer los criterios de empleos se basa en:

1. Identificar el riesgo de accidente como normal, grave o muy grave.

2. Establecer como criterio de diseño la IMD o IMDp del tramo de carretera donde se emplaza el sistema.

3. Cruzar estos dos criterios anteriores para establecer el nivel de contención requerido.

En el caso de Terminales de Barrera o Atenuadores de impacto no existe metodología análoga a la expuesta anteriormente para esta- blecer un nivel de contención concreto de estos sistemas, que en el caso de los Terminales se le llama “Categoría de contención” y en el caso de los Atenuadores “Nivel de comportamiento”.

Se presenta a continuación a modo de ejemplo en la Foto 3 una forma de escenificar con un caso concreto la diferenciación entre SCV. Supongamos que tenemos como objeto instalar un pretil en una determinada obra de paso que salva un río para evitar una la caída en altura que se puede dar por los márgenes de la citada obra de paso. De acuerdo con el artículo 2.2. la instalación de un sistema de contención está justificada ya que se ha detectado un desnivel que implica una probabilidad de que se produzca un accidente, debido a que la obra pasa sobre un río se clasifica el riesgo como grave. El siguiente paso es analizar qué IMD (Intensidad media diaria de vehículos) o IMDp (Intensidad media diaria de vehículos pesados) tiene ese tramo de carretera y en función de este dato, en la Tabla 6 del artículo 4.1. de la OC 35/2014 (II) se tendría claro que se debe de instalar en los márgenes un pretil de nivel de contención H2 o H3, según la IMD o IMDp.

Sistemas de contención de vehículos como los Terminales de barreras o los Atenuadores de impacto requieren de procedimientos más detallados de elección en cuanto al nivel de comportamiento o rendimiento.

Volviendo al artículo 2.2. y suponiendo ahora que en el acceso a la obra de paso se tiene en uno de los márgenes un ramal de acceso cualquiera, se entiende que la alineación del pretil se debe de interrumpir para permitir el acceso a este ramal, por lo que la terminación de ese pretil es sin duda la presencia de un obstáculo que implica la probabilidad de un accidente, como se acaba de discernir, de riesgo grave.

En el supuesto escenario que se ha descrito es donde se observa una diferencia entre sistemas de contención. Es fácilmente entendible que para resolver la protección frente al obstáculo existen dos alternativas plausibles, por un lado se puede emplear un Atenuador de impacto debidamente encajado en la obra de paso a modo de cubrir el impacto contra el obstáculo, y por otro lado se podría disponer un terminal de barrera asociado a ese pretil concreto. De hecho, con esta última alternativa se estarían cubriendo todas las posibles trayectorias de impacto, ya que estaría incluso evaluado el impacto en la unión de ese pretil con el propio terminal. Sin embargo, el inconveniente que plantea la OC 35/2014 (II) es que no especifica qué clase de Terminal o Atenuador se debería de emplear en este caso.

Como se ha visto en las tablas con ensayos específicos para caracterizar un Terminal o Atenuador, existen distintos niveles de contención y/o comportamiento según el caso, pero en ambos casos estos están asociados a una velocidad concreta de ensayo que puede ser de 50 Km/h, 80 Km/h, 100 Km/h o 110 Km/h.

En la práctica, frente a la ausencia de criterios que especifiquen el empleo de uno u otro, la tendencia es la de emplear el de mayor velocidad, entendiéndose que con esta elección se cubre cualquier escenario desde el lado de la seguridad, sin embargo, las velocidades asociadas al comportamiento solo hacen referencia a la velocidad empleada de los vehículos en los ensayos, no queriendo decir que esta es la velocidad a la que debe operarse en el tramo de vía concreto para escoger uno u otro.

Una forma de entender que la velocidad de ensayo no tiene una relación directa con la velocidad de la vía es el propio ejemplo del paso superior sobre el río. En este caso era válido emplear un nivel de contención H2. Un sistema que alcanza este nivel de contención lo hace si ha superado los ensayos TB11 y TB51 definidos en la UNE-EN 1317-2:2011(III), donde el ensayo TB11 implica un vehículo ligero a 100 Km/h y el TB51 un autobús de 13.000 Kg a 70 Km/h. Como se ha visto, el sistema se evalúa con vehículos pesados o ligeros a una velocidad concreta que, de hecho, lo habitual es que sea inferior a la de la vía.

Volviendo al caso en el que se precisa emplear un Terminal o Atenuador, la ausencia de criterios provoca que se opte habitualmente por un sistema evaluado a 110 Km/h, pudiendo ser válido uno evaluado a 80 Km/h. Esta ausencia de criterios supone dificulta- des en el encaje de soluciones ya que un Atenuador o Terminal tiene mayor envergadura cuando se testea para velocidades mayores, por lo que el hecho de optar siempre por la solución de mayor nivel comportamiento implica requerir mas espacio en el trazado, pudiendo llegar a ser contraproducente la instalación del mismo.

Habiendo analizado que la OC 35/2014 (II)  no posee unos criterios para establecer la Categoría de contención en el caso de Terminales o el Nivel de comportamiento concreto en el caso de los Atenuadores, queda ver qué tipo de criterios sí establece.

El primer punto donde se habla de Terminales es el artículo 6.6 en el que se especifica que los extremos de barreras de seguridad y pretiles deben de tratarse ya que constituyen un peligro al poder darse un choque de vehículos contra ellos al tratarse de un obstáculo. Las opciones que se dan son empotrar el sistema en el talud de desmonte si se da el caso, abatimiento hasta el terreno o disponer en el extremo de un terminal. Cabe destacar que las dos primeras opciones solo son posibles en el caso de barreras o pretiles que permitan empotrar o abatir en el terreno sus elementos longitudinales, ya que existen multitud de soluciones de pretiles, incluso de barreras que no permiten esta práctica. Se pone de manifiesto en este punto que la alternativa que da solución al extremo de barreras o pretiles en cualquier caso es el empleo de un terminal.

 

En la Foto 4 anterior se aprecia una barrera abatida que no llega a empotrarse en el terreno, este método de finalización de barreras constituye una situación habitual, ya que en los márgenes se tiene señalización, cunetas de drenaje y no es fácil realizar un abatimiento adecuado, sin embargo, el empleo de un terminal solventa el riesgo de accidente.

El segundo punto en el que se habla de Terminales y Atenuadores es el artículo 6.7.3. donde se especifican qué criterios deben reunir las “Narices” en salidas, las cuales están asociadas a divergencias o bifurcaciones. El propio artículo establece que se estudiará el empleo de un Atenuador de impactos o algún Terminal específico. Para ello establece qué criterios de implantación de barreras en el tronco principal y en el ramal de salida se deben dar para evitar el empleo de un atenuador, el cual seria preceptivo si estas convergen en un punto de la bifurcación, estén o no abatidas. En el caso de que se cumplan los criterios de separación e inicio retranqueado de una barrera sobre la otra, se deja a elección del riesgo frontal contra la barrera, es decir, en función de lo bien que se pueda abatir o empotrar una barrera. De acuerdo al anteriormente mencionado artículo 6.6. se estudiará disponer de un terminal en los extremos de estas barreras.

El tercer punto de la OC 35/2014(II) en el que se tratan estos SCV es el 6.7.4. Este artículo en realidad se centra en los comienzos de una mediana en el paso de calzada única a calzadas separadas, no obstante, es de aplicación en la aparición de sistemas de contención en las medianas cuando por ejemplo la traza se amplía con un nuevo ramal, tal y como se puede ver en la Foto 5.

En este artículo, además de establecer que si se da este riesgo se deberá disponer de un atenuador de impacto, es el único en el que se establece un criterio geométrico para el posicionamiento de estos sistemas. En la Figura 6 se observa qué espacio mínimo franqueable (16 metros a contar desde que el cebrado se ensancha al menos 1m) se debe de dejar antes del comienzo de un obstáculo si se considera así el inicio de la mediana, por lo que frente a la ausencia de criterios de ocupación de cebreados en bifurcaciones o inicios de mediana de la Norma 3.1-IC(XIII) de la Instrucción de carreteras Trazado. Este criterio es de gran utilidad para el emplazamiento de Terminales y/o Atenuadores.

El cuarto y último punto en el que se trata el empleo de los Terminales y Atenuadores es el artículo 9. Cabe destacar que es el artículo propiamente dicho donde según el índice de la OC 35/2014(II) se establecen los criterios de empleo de estos sistemas. Sin embargo, en este artículo lo que se hace es recopilar lo ya tratado en los anteriores, es decir, que el Atenuador es preceptivo en bifurcaciones o divergencias no bien resueltas, y el Terminal cuando la finalización de las barreras o pretiles constituya un riesgo elevado.

Analizados los criterios que establece la OC 35/2014(II) se pone de manifiesto que existen al menos los siguientes puntos por resolver para el emplazamiento adecuado de este tipo de sistemas:

• Categoría de contención en el caso de Terminales según el riesgo de accidente. Tabla análoga al caso de barreras o pretiles.

• Nivel de comportamiento en el caso de los Atenuadores. Tabla análoga al caso de barreras o pretiles.

• Posicionamiento de estos sistemas en el caso de divergencias o bifurcaciones:

¿Se debe de respetar el arcén del tronco principal?
¿Se debe de respetar el arcén del ramal de salida?
¿Cuál es la zona franqueable antes del posicionamiento del sistema?
¿Qué ángulos de inclinación entre barrera y terminal o atenua- dor son aceptables?

• ¿En bifurcaciones se deben de emplear atenuadores, o terminales que si que cubren la unión con las barreras que protegen?

• En bifurcaciones con fuertes diferencias de rasante entre el tronco principal y el ramal de salida, ¿Cuándo se dispone de un único atenuador o se opta por pasar a dos terminales?

Los puntos que se terminan de exponer son una lista no exhaustiva de dudas que aparecen en el caso de emplear este tipo de sistemas. En el caso de que en un proyecto se opte por disponer uno de estos sistemas, es habitual que se le traslade al fabricante la decisión final de cómo encajarlo, sin embargo, ya se ha comentado anteriormente que tanto la normativa de trazado 3.1-IC(XIII), como la OC 35/2014(II) presentan una ausencia de criterios que son necesarios para encajar estas soluciones de la forma mas segura.

Conclusiones

En el presente artículo se ha tratado de poner de manifiesto el camino que queda por recorrer en materia de regulación del empleo de SCV. Desde la aparición de las normas que establecen las reglas para evaluar los distintos sistemas, se han establecido criterios de instalación - publicados con la OC 35/2014(II) - que han ayudado claramente a una mejora de la seguridad vial de la Red de Carreteras del Estado. Sin embargo, desde hace ya casi 10 años, no se han revisado estas recomendaciones de uso y por lo tanto no se han mejorado los puntos que pueden generar conflicto, como son por ejemplo el empleo de transiciones entre sistemas.

Sistemas de contención de vehículos como los Terminales de barreras o los Atenuadores de impacto, requieren de procedimientos más detallados de elección en cuanto al nivel de comportamiento o rendimiento, así como criterios específicos sobre el encaje de los mismos en la trazada de las carreteras.

El mercado globalizado no es ajeno al establecimiento de criterios de empleo e instalación de este tipo de sistemas que sí existen en otras administraciones como podría ser la americana o la especifica de otras administraciones de los Estados miembros de la Unión Europea, donde se han tomado regulaciones propias en esta materia.

Se concluye este artículo con el mensaje de que queda trabajo por hacer y que existen multitud de ejemplos en los que apoyarse para mejorar las guías y recomendaciones de las que se dispone en la actualidad.

La actualización de las guías y recomendaciones facilitará el trabajo a proyectistas y responsables de las distintas administraciones, sin olvidar el objetivo último de velar por mejorar la seguridad vial de nuestras carreteras.


Sistemas de protección frente a la corrosión mediante la tecnología de termolacado según el Código Estructural

El objetivo del presente documento es describir el procedimiento de aplicación de los tratamientos de protección frente a la corrosión y la idoneidad de éstos con el Código Estructural del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible.

La última versión del Código Estructural en vigor desde el 10 de noviembre de 2021 contempla en su artículo 95.3.2 el uso de pinturas de polimerización en horno como complemento a la galvanización, para asegurar la resistencia contra la corrosión de las piezas de acero, cumpliendo con las normas UNE-EN15773 y UNE-EN13438. Estas normas definen los ensayos que se deben hacer sobre el producto terminado para asegurar las propiedades anticorrosivas del producto. Además, en el capitulo 86 del Código Estructural, se definen las prescripciones que deben cumplir los sistemas de recubrimiento que se utilicen para las estructuras de acero.

A continuación, se describen los sistemas de recubrimiento que Metalesa aplica habitualmente sobre acero galvanizado siguiendo las prescripciones que se definen en el Código Estructural:

  • Sistema Monocapa. Este sistema se basa en la relación sinérgica entre el recubrimiento de galvanizado y el revestimiento de poliéster aplicado mediante un proceso de termolacado. Mediante los ensayos de niebla salina neutra descritos en el Código Estructural (Capitulo 86) y en la ISO 9227 se ha comprobado que este sistema supera un ambiente C4H.

  • Sistema Bicapa. Este sistema cubre las prestaciones del sistema Monocapa, con el añadido de una capa adicional de imprimación anticorrosiva en polvo basada en un sistema de Reticulación de Alta Densidad (HDC). Esto mejora el efecto barrera, y proporciona una excelente flexibilidad, muy buenas propiedades de adherencia y una excelente resistencia a agentes químicos y a la humedad. Mediante los ensayos de niebla salina neutra descritos en el Código Estructural (Capitulo 86) y en la ISO 9227 se ha comprobado que este sistema supera un ambiente C5H.

La protección que proporcionan estos sistemas es mucho más prolongada que la de cada sistema individual por separado. Esto se debe a que la pintura se aplica sobre el recubrimiento galvanizado, y si la humedad penetra a través de los poros de la película de pintura, se encuentra con el substrato de Zinc, dando lugar a productos de corrosión de este metal. Estos productos son insolubles, compactos y adherentes, y taponan los mencionados poros, lo que tiene como consecuencia una mejora de la durabilidad.

Como esta película de pintura protege a su vez al recubrimiento galvanizado de la acción corrosiva de la atmósfera y de los agentes químicos, puede decirse que existe una protección recíproca que beneficia a ambos sistemas de protección y que tiene como consecuencia que los sistemas dúplex tengan una duración superior a la que cabría esperar por la suma de las duraciones previsibles de cada sistema por separado.

El proceso de termolacado consta de varias fases de acuerdo con las indicaciones de la UNE-EN13438: cuelgue, preparación de la superficie, aplicación de pintura en polvo, introducción en el horno de polimerizado, curado, descuelgue, control de calidad del producto acabado y paletizado.

Finalizado el curado de la pintura, se llevan a cabo los controles de calidad sobre las piezas que aseguran que las condiciones de trabajo son las adecuadas para conseguir la resistencia al ambiente de corrosión elegido. Los ensayos llevados a cabo para el control del producto terminado son:

  1. Inspección visual de la pieza. Se inspecciona la pieza en busca de imperfecciones o irregularidades en la superficie.
  2. Medida del espesor de la capa de pintura mediante medidor de espesores para revestimientos no magnéticos según la norma ISO 2808. Se establece un espesor medio mínimo de 80 µm en el termolacado para la capa superior y de 60 µm para la capa de imprimación, siendo aceptable un mínimo local del 80% del espesor medio.
  3. Evaluación de la adherencia mediante la realización de una incisión (Cruz de San Andrés) según norma ISO 2409.

En definitiva, el proceso de termolacado consiste en el proceso industrial de aplicación de sistemas de protección frente a la corrosión mediante pinturas en polvo. La normativa actual incorpora esta tecnología, junto a otras igualmente válidas, para conseguir los niveles de protección frente a la corrosión deseados. Los ambientes requeridos de manera más usual son C4 y C5; el primero de ellos se logra con el tratamiento de galvanizado y una capa de termolacado y el segundo de ellos se logra mediante una capa adicional de imprimación previa a la aplicación del termolacado.

 


Prevención de accidentes: La IA como herramienta para prevenir tragedias en la carretera

Problemática actual y necesidad de soluciones innovadoras

El aumento del tráfico y la complejidad de las interacciones en la vía han propiciado un escenario propenso a los accidentes en nuestras carreteras. Las soluciones tradicionales no son suficientes para abordar la seguridad vial de manera integral. Se requiere una transformación significativa que no solo aborde las consecuencias de los accidentes, sino que también prevenga su ocurrencia.

Innovaciones en IA para vehículos y la tecnología V2I

Los sistemas de asistencia a la conducción, la detección de colisiones y la conducción autónoma han surgido como elementos esenciales para mejorar la seguridad en las carreteras. La integración de la IA en los vehículos beneficia tanto a los conductores como a los peatones y ciclistas. Estas tecnologías trabajan de manera proactiva para prevenir accidentes y reducir el riesgo de colisiones y atropellos.

Los avances tecnológicos en los vehículos no se limitan solo a las capacidades autónomas o de asistencia a la conducción. También se están desarrollando sistemas de comunicación V2I (Vehicle-to-Infrastructure) que permiten una interacción más fluida entre los vehículos y la infraestructura vial.

Los sistemas V2I permiten que los vehículos se comuniquen con la infraestructura vial circundante, como semáforos, señales de tráfico y sistemas de gestión del tráfico. Esto significa que los conductores pueden recibir información en tiempo real sobre las condiciones de la carretera, como obras en curso, accidentes o congestión, lo que les permite tomar decisiones más informadas y seguras.

Además, los sistemas V2I pueden facilitar la implementación de tecnologías de gestión del tráfico más eficientes, como la coordinación de semáforos para reducir la congestión y mejorar el flujo de vehículos. También pueden ayudar a mejorar la seguridad vial al alertar a los conductores sobre situaciones de riesgo, como zonas de construcción o intersecciones peligrosas. Gracias a la IA, las compañías de automóviles pueden gestionar datos sobre carreteras, mejoras en los procesos de fabricación y mantenimiento, y estadística muy útil tanto para sus dispositivos cómo para las administraciones.

La necesidad de datos de IA para administradores y autoridades

La IA proporciona información valiosa sobre patrones de tráfico, puntos críticos de riesgo y comportamientos de conducción. Los datos en tiempo real son esenciales para desarrollar estrategias y políticas que mejoren la seguridad vial y reduzcan el número de accidentes. La colaboración entre la IA y las autoridades de tráfico es fundamental para implementar medidas efectivas que prevengan accidentes y salven vidas.

En la gestión de la seguridad vial, los datos son esenciales y la inteligencia artificial (IA) desempeña un papel crucial en su análisis. Aquí te explicamos cómo estos datos pueden ayudar a las administraciones y autoridades:

  1. Predicción de puntos de riesgo: La IA analiza datos históricos de accidentes y patrones de tráfico para identificar áreas con alta probabilidad de accidentes en el futuro. Esta información permite implementar medidas preventivas, como cambios en la señalización o mejoras en la infraestructura vial, para reducir el riesgo de accidentes en esos lugares críticos.
  2. Optimización del tráfico: Los datos recopilados a través de sensores de tráfico y sistemas de monitoreo alimentan algoritmos de IA que pueden predecir patrones de congestión y flujo de tráfico. Esto ayuda a ajustar la sincronización de los semáforos y desviar el tráfico hacia rutas alternativas, minimizando los embotellamientos y mejorando la eficiencia del transporte.
  3. Identificación de conductores de alto riesgo: La IA analiza datos de comportamiento de conducción para identificar conductores con hábitos de conducción riesgosos, como exceso de velocidad o distancia de seguimiento inadecuada. Esta información permite a las autoridades dirigir la aplicación de la ley hacia aquellos conductores que representan una mayor amenaza para la seguridad vial.
  4. Evaluación de medidas de seguridad: La recopilación de datos sobre la implementación de medidas de seguridad vial, como cambios en la señalización o nuevas regulaciones de velocidad, permite a las autoridades evaluar su efectividad. Mediante el análisis de cómo cambian los patrones de accidentes y de tráfico antes y después de la implementación de estas medidas, las autoridades pueden tomar decisiones informadas sobre dónde y cómo asignar recursos para mejorar la seguridad vial.

Ejemplo de digitalización de sistemas de seguridad vial mediante tecnología IoT - Metaurban® SMART

https://www.youtube.com/watch?v=jmbk6-aIfQk

La tecnología digital y de comunicaciones actual presenta suficiente madurez y economía de escala para diseñar soluciones específicas que doten de un valor añadido a los equipamientos de carreteras y de ámbito urbano. Su potencialidad es muy grande y variada, desde la captación de situaciones de riesgo en la calzada y su aviso en tiempo real a los usuarios, a la captación de eventos y datos útiles para la administración de cara a tomar mejores decisiones en la gestión de la movilidad. El pretil inteligente Metaurban® SMART, desarrollado y patentado por Metalesa, aúna las bondades clásicas de un sistema de contención homologado según la UNE EN1317 (que aporta seguridad vial de forma pasiva), con la tecnología PLUG&META® que proporciona un valor añadido en varios ámbitos:

  • Prevención de accidentes y atropellos.
  • Notificación automática en caso de que éstos sucedan.
  • Captura de datos y eventos como información útil.
  • Gestión remota de la señalización.

Su instalación en áreas urbanas y metropolitanas asegura la protección de peatones y ciclistas. Metaurban® SMART actúa como medida de seguridad vial activa, convirtiéndola en un componente esencial para un entorno vial más seguro.

El futuro de la seguridad vial: Protección y compromiso con los ciudadanos

La reducción de accidentes viales conduce a menos lesiones, menos congestión en las carreteras y un entorno vial más eficiente y tranquilo. Mejora la seguridad de los peatones y ciclistas, promoviendo un ambiente más seguro y sostenible para todos los usuarios de la vía.

El futuro de la seguridad vial depende de un compromiso colectivo para seguir avanzando en el desarrollo e implementación de soluciones innovadoras. La integración continua de la IA en nuestras carreteras, junto con soluciones como Metaurban® SMART, nos acercan a un escenario donde los accidentes de tráfico sean una preocupación del pasado.

 


Descubre eco-metas: nuestra contribución sostenible

Bienvenido al corazón de Metalesa, donde la sostenibilidad no es solo una meta, ¡es nuestro compromiso inquebrantable! En este artículo, analizaremos las Eco-Metas, los cuatro pilares que guían nuestra misión de ser líderes en responsabilidad ambiental y social.

Placas solares: energía limpia para un futuro sostenible

Cada acción cuenta, y en Metalesa, apostamos por un cambio significativo a través de la energía solar. Nuestras instalaciones están equipadas con placas solares que capturan la luz del sol y la transforman en electricidad limpia. Este paso hacia la autosuficiencia energética no solo reduce nuestra huella de carbono, sino que también nos impulsa hacia un mañana más sostenible.

¿Sabías que gracias a nuestras placas solares, hemos cubierto el 39,6% de nuestras necesidades de consumo y reducido nuestra dependencia de fuentes no renovables? Esta inversión en tecnología verde es un testimonio de nuestro compromiso con el medio ambiente.

Beneficios adicionales de las placas solares

Explorar el uso de placas solares va más allá de adoptar simplemente una fuente de energía limpia; implica sumergirse en una serie de beneficios impactantes que repercuten en diversos aspectos de nuestra sociedad y medio ambiente. Analicemos de manera más detallada estos beneficios adicionales, comprendiendo cómo las placas solares son una solución integral con impactos positivos significativos:

  1. Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero: Al optar por la energía solar, contribuimos de manera significativa a la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero, factores cruciales en el cambio climático. Las placas solares generan electricidad sin liberar dióxido de carbono u otros contaminantes atmosféricos dañinos. Este enfoque ofrece una ruta hacia un entorno más limpio y sostenible, siendo una contribución directa a la lucha contra el cambio climático.
  2. Independencia energética y estabilidad a largo plazo: La dependencia de fuentes de energía no renovables expone a las sociedades a fluctuaciones en los precios del petróleo y a crisis energéticas. Al incorporar placas solares, se logra una mayor independencia energética al aprovechar una fuente inagotable y gratuita: la radiación solar. Esta independencia no solo asegura estabilidad a largo plazo en el suministro de energía, sino que también reduce la vulnerabilidad a las fluctuaciones del mercado global de energía, proporcionando un camino hacia la sostenibilidad a largo plazo.
  3. Contribución a la conciencia global sobre la energía renovable: Al adoptar tecnologías de energía solar, participamos activamente en la creación de una conciencia global sobre la importancia de las fuentes de energía renovable. Las placas solares no solo son una solución práctica a nivel individual o empresarial, sino que también sirven como faro para inspirar a otros a seguir el camino de la sostenibilidad. Esta contribución va más allá de la producción de electricidad, extendiéndose a la creación de una comunidad global comprometida con un futuro más verde y saludable.

Utilizando materiales reciclables: forjando un futuro circular

En Metalesa, la excelencia de nuestros productos no solo se traduce en calidad, sino también en responsabilidad ambiental. En la fabricación de cada artículo, nos comprometemos a utilizar materiales reciclables, impulsando así la creación de un futuro circular y minimizando de manera significativa nuestro impacto en el medio ambiente.

Esta elección consciente significa mucho más que solo producir bienes duraderos. Al optar por productos de Metalesa, estás tomando la decisión de respaldar soluciones que van más allá de tus necesidades individuales; estás apoyando la preservación de nuestro planeta. Nuestra firme dedicación a reciclar no es simplemente un deber que cumplimos, es una promesa que sellamos con cada producto que sale de nuestras instalaciones.

Imagina un mundo donde cada producto no solo cumple su propósito, sino que también contribuye a un ciclo sostenible. En Metalesa, no solo estamos construyendo productos, estamos construyendo un futuro donde la responsabilidad y la calidad se entrelazan para formar un compromiso duradero con la salud de nuestro planeta.

Innovación sostenible en nuestra flota comercial: rumbo a la electrificación

En Metalesa, nos esforzamos por no solo entregar productos de calidad, sino hacerlo de manera sostenible. ¿Te has preguntado alguna vez cómo logramos este equilibrio? La respuesta reside en nuestra flota comercial, una manifestación tangible de nuestro compromiso con la electrificación y la reducción de las emisiones de gases contaminantes.

Nuestra flota, tus beneficios:

Exploramos los detalles destacados que hacen de nuestra flota un modelo de sostenibilidad:

  1. Vehículos híbridos: Al optar por la electrificación, hemos incorporado vehículos híbridos en nuestra flota. Estos vehículos no solo consumen menos combustible, sino que también emiten menos gases contaminantes, marcando un paso firme hacia la reducción de nuestra huella de carbono. Cada entrega que realizamos se convierte en un acto consciente hacia un medio ambiente más saludable.
  2. Tecnología avanzada: No nos limitamos a la electrificación; hemos integrado tecnología avanzada en nuestra flota para maximizar la eficiencia. El seguimiento en tiempo real de nuestras rutas garantiza que cada viaje sea planificado de la manera más eficiente posible, reduciendo los tiempos de conducción innecesarios y minimizando aún más nuestro impacto ambiental.
  3. Innovación constante: La innovación es parte de nuestra identidad. Constantemente exploramos opciones para mejorar nuestra flota y, por ende, nuestra contribución a la sostenibilidad. Desde la evaluación de nuevas tecnologías hasta la búsqueda de combustibles alternativos, estamos en una búsqueda continua de métodos más ecológicos y eficientes para nuestras operaciones de entrega.

Cada entrega que realizamos no es solo un producto llegando a su destino; es un paso más hacia un modelo de negocio más sostenible y respetuoso con el medio ambiente. En Metalesa, avanzamos hacia la electrificación con la certeza de que cada elección cuenta en la construcción de un futuro donde la innovación y la sostenibilidad caminan juntas.

Depuradora de vertido cero: cuidando nuestros recursos hídricos

Nuestra responsabilidad no se limita al aire y la tierra; también abarcamos el agua. Operamos una depuradora de vertido cero, asegurando que nuestros procesos de producción no afecten negativamente la calidad de los recursos hídricos cercanos.

¿Cómo contribuye esto al bienestar general?

  • Preservación del agua: Evitamos la contaminación de fuentes locales.
  • Compromiso con la comunidad: Nuestra responsabilidad hacia aquellos que nos rodean.
  • Transparencia: Información accesible sobre nuestras prácticas.

Únete a nosotros en el camino hacia un futuro sostenible

En Metalesa, cada acción que tomamos está impulsada por el deseo de contribuir a un mundo más sostenible. Nuestras Eco-Metas son más que simples objetivos; son el núcleo de nuestra identidad y el motor que impulsa nuestro compromiso con la sostenibilidad.

¿Listo para ser parte de la revolución sostenible? Únete a nosotros en este viaje y elige productos que no solo cumplen con tus expectativas, sino que también contribuyen a un planeta más verde y saludable.

Preguntas frecuentes:

  1. ¿Cómo contribuyen las placas solares a la sostenibilidad? Las placas solares capturan la energía del sol y la convierten en electricidad, reduciendo la dependencia de fuentes no renovables y disminuyendo las emisiones de gases de efecto invernadero.
  2. ¿Por qué es importante reciclar en la fabricación de productos? Utilizar materiales reciclables en la fabricación ayuda a reducir la demanda de recursos naturales y minimiza la generación de residuos, contribuyendo así a la construcción de un futuro más sostenible.
  3. ¿Cómo puedo contribuir al vertido cero? Como consumidor, puedes elegir apoyar empresas comprometidas con la sostenibilidad y la gestión responsable del agua, como Metalesa. Al hacerlo, contribuyes indirectamente al objetivo de vertido cero.

¡Actúa hoy por un mañana más sostenible! Explora nuestra gama de productos y elige la sostenibilidad en cada compra. Juntos, podemos construir un mundo más verde y saludable.


Ayudas para la mejora de la competitividad y sostenibilidad de las PYMES de la Comunidad Valenciana

AYUDAS PARA MEJORAR LA COMPETITIVIDAD Y SOSTENIBILIDAD DE LAS PYMES INDUSTRIALES DE LOS SECTORES DE LA COMUNITAT VALENCIANA DE DIVERSOS SECTORES. CONVOCATORIA 2023.

El proyecto de METALESA SEGURIDAD VIAL, S.L., con número de expediente INPYME/2023/507, con un presupuesto de 381.459,81€, ha sido subvencionado por parte de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, por un importe total de 133.510,93€.

 


Los cambios en la normativa sobre transiciones y terminales de barreras

Cuando se habla de sistemas de contención de vehículos, lo primero que se nos viene a la mente son las barreras de seguridad y los pretiles. Estos elementos lineales se instalan en los márgenes de las carreteras para evitar que los vehículos salgan de la vía y causen accidentes graves. Aunque los primeros que se nos vengan a la mente sean estos, también existen otros tipos de sistemas de contención de vehículos, como los atenuadores de impacto, las transiciones entre sistemas, los terminales de barreras, los tramos de barrera desmontables y los sistemas de protección de motoristas.

Todos estos sistemas están regulados por diferentes normativas europeas que establecen los requisitos que deben cumplir para ser clasificados en una de las categorías que contemplan dichas normativas. En el caso de las transiciones y los terminales de barreras, la norma de referencia es la UNE-ENV 1317-4:2002 y en este artículo os queremos hablar un poco más en detalle sobre los cambios que están por llegar.

Esta norma, que está vigente desde el 30 de abril del 2002, nunca ha sido armonizada por la UNE-EN 1317-5:2008+A2:2012. Esto significa que cualquier Transición o Terminal que cumplan los ensayos especificados en dicha norma serán aceptados, pero no tendrán el marcado CE. Por lo tanto, esta norma tiene un carácter voluntario y no existe un impulso claro por parte de las administraciones para exigir este tipo de productos evaluados bajo el amparo de esta norma.

Esta situación da lugar a que existan puntos en la Red de Carreteras del Estado que no estén bien resueltos y que puedan generar accidentes graves.

La necesidad de modificar esta normativa

El comité de normalización europeo “CEN/TC 226/WG 1 - Crash barriers, safety fences, guard rails and bridge parapets” se encarga de preparar normativas relativas al campo de los sistemas de contención de vehículos. De este comité cuelga directamente el comité CTN 135 Equipamiento para la señalización vial. SC1 Barreras de Seguridad, del que es miembro el equipo de Metalesa.

Desde hace años se viene trabajando en el seno del TC226 el modificar la normativa UNE-ENV 1317-4:2002 para de algún modo sacar del bloque normativo a los sistemas de contención de vehículos que regula. Sin embargo, hasta la fecha esta tarea no se había logrado con éxito al ser una labor compleja.

Las transiciones y terminales, por definición, se conectan a otros sistemas. Una transición es un tramo longitudinal que une dos sistemas, como barreras o pretiles, mediante piezas especiales que garantizan una transición lógica de rigideces. Un terminal de barrera es un sistema puntual, como un atenuador de impacto, que se conecta a una barrera o pretil. Por lo tanto, la evaluación de un terminal de barrera implica evaluar la unión entre la barrera o pretil y el terminal, lo que equivale a evaluar una transición entre sistemas, aunque uno de ellos no sea una barrera o pretil.

A la hora de armonizar estos sistemas bajo una misma norma hay un gran escalón que se debe superar: existen multitud de barreras, pretiles y Terminales en el mercado que, como hemos dicho anteriormente, cumplen con la normativa pero no disponen de marcado CE, lo que hace tremendamente complejo establecer unas reglas claras para evaluarlos y no limitar la libre competencia.

Nuevas regulaciones sobre transiciones y terminales de barrera en camino

Una vez entendida la variabilidad en este tipo de productos, se entiende lo complejo que es regularlos, sin embargo, el pasado mes de junio finalizó el plazo para efectuar votaciones en el TC226. En esta votación se examinaba la publicación de unos informes y especificaciones técnicas que establecen los métodos de evaluación de cada uno de estos sistemas por separado y se facilite a las administraciones el establecimiento de criterios para demandar las distintas prestaciones a los sistemas, desligándolos definitivamente del marcado CE.

Las nuevas regulaciones de estos sistemas quedarían de la siguiente manera:

  • Terminales de barreras, quedan regulados por la FprCEN/TS 1317-7. Se trata de una especificación técnica, por lo que cada 3 años se decide si se pasa a norma para ser armonizada y poder llegar a tener marcado CE.
  • Transiciones, quedan regulados por la FprCEN/TR 1317-10. En este caso se trata de un Informe técnico, es decir, no tiene que ser revisado en ningún momento, siendo una declaración de intenciones en lo que respecta a que las transiciones no van a tener marcado CE.

Con este cambio en el paradigma de las regulaciones de los Terminales de barreras y las Transiciones se da pie a que las administraciones ya no tengan que exigir un marcado CE que no se podía obtener, pues se deroga la UNE-ENV 1317-4:2002.

Finalmente cabe destacar que ahora es el turno de las administraciones para recoger el guante y establecer que ensayos o requisitos se le demanda a este tipo de productos para ser instalados en las carreteras que regulan. Algunas administraciones como la francesa ya han abanderado este cambio y tienen  requisitos alineados con las nuevas regulaciones.


valla de equipamiento ferroviario

La visera de protección de catenaria: garantizando la seguridad en la infraestructura ferroviaria

En el mundo del transporte y la movilidad, la seguridad es un factor clave. En el ámbito ferroviario, donde la electrificación es cada vez más común, la protección de la catenaria y el bienestar del personal son aspectos fundamentales. Es aquí donde entra en escena la visera de protección de catenaria, una solución que asegura el buen funcionamiento de la infraestructura ferroviaria. En este artículo, analizaremos en detalle cómo estas viseras son una pieza crucial en la prevención de accidentes y daños a la catenaria, y veremos ejemplos reales donde su implementación ha sido clave.

¿En qué consiste una visera de protección de catenaria?

La visera de protección de catenaria es una estructura ingeniosa y altamente efectiva, diseñada con el propósito de salvaguardar el sistema de cables eléctricos que conforman la catenaria en las vías ferroviarias electrificadas. Su diseño se asemeja a una visera o ala, y se coloca estratégicamente en la parte superior de la catenaria junto a pasos elevados o puentes, actuando como una sólida barrera de protección contra diversos elementos externos que podrían comprometer la seguridad del sistema y ocasionar interrupciones en el servicio ferroviario.

¿Cuál es su función principal?

La función principal de la visera de protección es salvaguardar la seguridad del tráfico ferroviario y prevenir daños a la catenaria. En Metalesa, somos conscientes de que al proteger los cables y conductores eléctricos de posibles impactos vandálicos o accidentales, se evitan accidentes y se garantiza un suministro eléctrico ininterrumpido para los trenes. Es por esto que disponemos de una amplia gama de equipamiento ferroviario con diferentes soluciones con las que poder asegurar tanto los elementos de las vías como de los usuarios de las líneas de comunicación.

Prevención de obstrucciones y riesgos externos

Otro aspecto crucial que aborda la visera de protección es la prevención de obstrucciones y riesgos causados por objetos externos. En ocasiones, ramas de árboles, desechos o incluso objetos arrojados accidentalmente desde el tablero del paso superior pueden caer sobre la catenaria, lo que podría ocasionar daños a los cables o, en el peor de los casos, generar accidentes ferroviarios. Con la visera de protección, se establece una barrera que evita que dichos elementos interfieran con el sistema eléctrico, manteniendo la integridad y la seguridad de la infraestructura ferroviaria.

Al implementar viseras de protección, los beneficios son múltiples. En primer lugar, se asegura la integridad del sistema de electrificación, minimizando las posibilidades de averías y reduciendo el tiempo de inactividad de la infraestructura ferroviaria.

Salvaguardia de la seguridad del personal y los usuarios del transporte ferroviario

La seguridad es siempre una prioridad en cualquier operación de transporte público. Al instalar viseras de protección de catenaria, se reducen los riesgos asociados con la exposición a elementos externos y se minimiza la posibilidad de accidentes causados por impactos accidentales o daños a la catenaria. Esto protege tanto al personal ferroviario como a los usuarios del servicio, asegurando un entorno seguro y confiable para todos. Cumpliendo así, de forma rigurosa, con las especificaciones establecidas por ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) con el fin de tener un control del comportamiento de los usuarios dentro de las instalaciones de transporte público garantizando, al máximo, la seguridad de los mismos.

Reducción de tiempos de inactividad

Gracias a la protección que brinda la visera de catenaria, los daños sobre los cables eléctricos se reducen significativamente. Como resultado, se disminuyen los tiempos de inactividad causados por reparaciones y reemplazos frecuentes, lo que contribuye a una mayor eficiencia en la operación del servicio ferroviario y a una reducción de costos a largo plazo.

 


Apantallamiento acústico de la Variante Sur Metropolitana en Bilbao

Durante los últimos meses hemos estado compartiendo a través de redes sociales los avances del proyecto Supersur, una infraestructura estratégica que conecta el puerto de Bilbao con la AP-68 y que se espera ayude a descongestionar el tráfico y el transporte de mercancías en la zona del Bilbao metropolitano y el norte de la península. Hoy os queríamos contar con un poco más de detalle sobre el proyecto y nuestra participación en él.

Gracias a los avances tecnológicos y técnicos en la industria de la seguridad vial, cada vez más espacios que habitamos y por los que transitamos a diario se benefician de mejoras en términos de seguridad y fiabilidad. Uno de los proyectos destacados en este sentido y en los que Metalesa ha participado recientemente, es la vía de alta capacidad mejor conectada, más segura y fluida gracias a la puesta en servicio de la segunda fase de la Supersur, que conecta la actual infraestructura con la conexión de la AP-68 en Venta Alta.

¿Qué es el proyecto Supersur?

El Proyecto Supersur es una iniciativa que busca mejorar la red de carreteras en el área metropolitana de Bilbao, con el objetivo de optimizar el flujo de tráfico y ofrecer una experiencia de conducción más segura y eficiente conectando el puerto con la autovía de forma directa mejorando así el tráfico de mercancías marítimas hacia la península. Esta ambiciosa obra de infraestructura ha sido diseñada con un enfoque integral en la seguridad de los usuarios, incorporando tecnologías y sistemas avanzados que protegen tanto a los conductores como a las propias carreteras y el entorno.

Desde Metalesa hemos estado presentes en este proyecto haciendo lo que mejor sabemos: contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas. En nuestra participación hemos contribuido en el estudio de implantación, fabricación e instalación de un apantallamiento acústico curvo sobre los viaductos para mitigar el impacto acústico de esta variante en los alrededores.

Cuando planteamos el proyecto queríamos de algún modo que los conductores no se perdieran las magníficas vistas del valle de Bolintxu, pero a la vez había que crear una infraestructura que se integrase perfectamente dentro del proyecto diseñado por Javier Manterola.

Este icónico puente sin pilares de 220 metros de longitud queda suspendido dentro del pulmón verde de Bilbao en un entorno con un fuerte desnivel que, junto a los condicionantes ambientales, ha convertido las labores de construcción en una obra de precisión milimétrica.

Desde Metalesa hemos diseñado una solución mixta que combina pantallas acústicas opacas de acero con otras transparentes de metacrilato que ayudan a la reducción del ruido sin renunciar a las vistas de este valle.

¿Por qué instalar pantallas acústicas en tramos de carretera?

La instalación de pantallas acústicas en las carreteras ofrece una serie de beneficios significativos. En primer lugar, estas pantallas actúan como barreras físicas que ayudan a reducir el ruido proveniente del tráfico, lo que mejora la calidad de vida de las personas que viven cerca de las vías de alta circulación. Al disminuir el ruido ambiental, se crea un entorno más tranquilo y saludable para las comunidades residenciales y fauna cercana.

Además de su efecto en el ruido, las pantallas acústicas también desempeñan un papel importante en la seguridad vial. Al actuar como barreras físicas, ayudan a reducir las distracciones sonoras y visuales para los conductores, permitiéndoles concentrarse en la carretera y en las señales de tráfico relevantes. Esto contribuye a prevenir accidentes y mejorar la seguridad en general.

Las pantallas acústicas también pueden tener un impacto positivo en el medio ambiente. Al reducir el ruido del tráfico, se disminuye el estrés y los efectos negativos en la salud de los animales que viven en las cercanías, expuestos constantemente a altos niveles de ruido. Además, al crear un entorno más silencioso, se fomenta la conservación de la fauna local, ya que se minimiza la interferencia en los ecosistemas cercanos a las carreteras.

Os dejamos un vídeo en el que podéis ver a vista de dron este espectacular proyecto.

https://www.youtube.com/watch?v=Lxt26JxO_oE


Entrega de la VI Edición de los Premios METALESA al mejor trabajo fin de grado de la Escuela de Caminos, Canales y Puertos de la Universitat Politènica de València

Un año más, nos complace anunciar la celebración de los prestigiosos Premios Metalesa. Esta destacada iniciativa forma parte de la Plataforma Metalesa Talentos y tiene como objetivo principal reconocer y premiar el talento y el esfuerzo de los futuros ingenieros.

En esta ocasión, el evento tuvo lugar el viernes 30 de junio a las 19:00 en el Salón de Actos del Nexus del campus de Vera de la Universitat Politècnica de València, durante el Acto de Graduación de la X Promoción del Grado en Ingeniería Civil y de la X Promoción del Grado de Ingeniería de Obras Públicas. El padrino de la promoción fue Miguel Sanchis, titulado en la Escuela en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos de la UPV y reconocido ingeniero consultor.

En esta edición, el primer premio fue otorgado al alumno Sergio Bermejo Llorente, quien presentó el proyecto titulado "Proyecto Básico de pasarela peatonal de continuación del Camino de Fuentes sobre el Bulevard Perifèric Nord en la ciudad de Valencia". Por otro lado, el accésit fue concedido a Jorge Gandía Soriano por su proyecto "Desarrollo de un sistema de gestión del mantenimiento predictivo de pavimentos urbanos: aplicación al barrio En Corts de la ciudad de Valencia". En ambos casos, los premios fueron recibidos por representantes de los galardonados.

Desde este espacio, queremos felicitar nuevamente a los ganadores por sus destacadas soluciones y la calidad de sus proyectos. Su dedicación y excelencia son un verdadero ejemplo para futuras generaciones de ingenieros.


Seguridad Vial Activa, cómo este nuevo concepto está transformando las carreteras

La tecnología es progreso, y el progreso nos hace evolucionar como sociedad. Gracias a los avances tecnológicos se han creado nuevas formas de comunicación y movilidad que han ideado nuevos conceptos. Por ejemplo, en el caso de los vehículos, se han popularizando nuevas tecnologías como la propulsión eléctrica dando nacimiento a los vehículos de movilidad personal (VMP).

Los VMP cada vez son más comunes dentro de las ciudades y han generado un nuevo ecosistema de movilidad que está presentando nuevos retos. La red viaria actual ha de adaptarse a estos nuevos hábitos. Esto genera que haya nuevos elementos en juego planteando posibles siniestros que hacen necesario dar un paso más en la prevención de accidentes.

Seguridad Vial Activa, una nueva forma de entender la prevención de accidentes

Desde Metalesa, nuestro compromiso ha sido siempre mejorar la calidad de vida de las personas. Una de nuestras metas es la de actuar ofreciendo soluciones de protección en cualquiera de sus ámbitos. Ya sea protección acústica o vial, siempre intentamos ofrecer las mejores soluciones. Como dice nuestro lema: La protección, nuestra meta.

Es por esto que, debido a la evolución de la sociedad, la tecnología y las redes de conexión que ya nos permiten conseguir velocidades de transferencia 5G, hemos querido dar un paso más en nuestro objetivo y plantearnos un supuesto: ¿cómo podemos mitigar la severidad de los siniestros? ¿podríamos llegar a prevenirlos? ¿cómo pueden las autoridades actuar en el momento de un siniestro sin necesidad de que reciban una llamada de teléfono? Es lo que hemos acuñado bajo el concepto de Seguridad Vial Activa.

¿Qué es la Seguridad Vial Activa?

La Seguridad Vial Activa es un nuevo concepto que eleva la seguridad vial a un nuevo nivel. Con el uso de equipamiento conectado, éste es capaz de recoger datos del tráfico y el entorno, analizarlos en tiempo real y comunicar a todos los usuarios de la vía si existe riego de producirse un siniestro por mala visibilidad, retenciones entre otros muchos supuestos sin intervención de terceros.

Además, la conectividad hace que en caso de impacto o riesgo detectado en la vía, el equipamiento pueda ser capaz de notificar a las autoridades de forma autónoma y en el acto para que puedan gestionar de forma rápida la asistencia necesaria.

Diferencias entre Seguridad vial y Seguridad Vial Activa

Hasta ahora el equipamiento de seguridad vial tenía un papel pasivo en la prevención de accidentes. Ante un impacto de un vehículo su cometido era atenuar la gravedad del accidente, absorbiendo parte de la energía y evitando que el vehículo saliese de la calzada.

Con la Seguridad Vial Activa el equipamiento de seguridad vial pasa a tomar un papel activo dentro de la vía, siendo capaz de recoger datos con los sensores integrados, analizarlos y adaptar sus características de forma autónoma para comunicarse con los usuarios de la vía a través de luces o siendo capaz de coordinarse con otros elementos informativos como paneles de señalización variable.

De este modo, además de poder comunicarse con los usuarios de la vía, también es capaz de comunicarse con las autoridades y centros de gestión de tráfico. Puede avisar de un siniestro en tiempo real, recopilar datos de afluencia o calidad del aire y notificar según unos parámetros preestablecidos.

Entornos de actuación de Seguridad Vial Activa para infraestructuras

Las carreteras son un espacio compartido por diferentes tipos de vehículos y usuarios, desde automóviles o camiones a otros más pequeños como VMP, bicicletas o incluso peatones. Esto hace que haya una serie de factores que pueden poner en riesgo la seguridad de los usuarios, como los excesos de velocidad, la no segregación de carriles, las curvas peligrosas o los tramos de visibilidad reducida.

Si hacemos un listado de todos estos factores, los siguientes serían los más importantes:

  • Estados climatológicos con visibilidad reducida, como la niebla. La reducción de la visibilidad en la carretera es un factor clave ante un siniestro pues el conductor no dispone de una buena área de visibilidad.
  • Las curvas peligrosas o los tramos de carretera con desniveles. Estas situaciones pueden provocar accidentes debido a la pérdida de control del vehículo.
  • Embudos y retenciones de tráfico. El tráfico pesado y la congestión pueden aumentar el riesgo de accidentes y disminuir la eficiencia de la circulación. Los usuarios en estado de estrés pueden desobedecer las precauciones de la seguridad vial.
  • Atropellos en zonas interurbanas. La falta de señalización e indicación en ciertas zonas urbanas puede provocar accidentes graves que afecten directamente a nuestros ciudadanos.

¿Cómo la Seguridad Vial Activa resuelve los problemas en la carretera?

Una de las ventajas de la Seguridad Vial Activa es que se puede adaptar a las condiciones de la carretera. Por ejemplo, en situaciones de lluvia intensa, los sistemas de iluminación adaptativa pueden ajustarse para mejorar la visibilidad del conductor y reducir el riesgo de accidentes. De igual manera, en situaciones de baja visibilidad debido a la niebla o el hielo, los sensores pueden detectar estas condiciones y alertar al conductor para que tenga precaución.

Otra ventaja de la Seguridad Vial Activa es que se puede reducir el riesgo de accidentes y lesiones. La implementación de medidas de seguridad específicas en la carretera puede ayudar a prevenir accidentes y minimizar el impacto en caso de que ocurra uno. Por ejemplo, la instalación de barreras de seguridad y señales de advertencia en curvas peligrosas o tramos de carretera con desniveles puede evitar que los vehículos se salgan de la carretera en caso de un error del conductor.

Además, la Seguridad Vial Activa también puede mejorar la eficiencia del tráfico. Por ejemplo, los sistemas de información en tiempo real sobre el tráfico pueden ayudar a los conductores a evitar los atascos y las congestiones, reduciendo el tiempo de viaje y mejorando la eficiencia de la circulación en la carretera.

Si quieres informarte en detalle sobre este nuevo concepto y saber cómo desde Metalesa estamos trabajando por que se haga realidad, puedes consultar nuestra microsite sobre Seguridad Vial Activa en la que hablamos con más detalle.